Victorino Gasparin:
Sorprendido enormemente con lo acontecido este 2 de octubre de 2016, nadie imaginó que ese día, naciera un nuevo País, por primera vez siento que fueron unas elecciones transparentes, el sentir del pueblo, en vez de sentir vientos de guerra como lo vendieron al interior de Gobierno si ganaba el NO, se siente un ambiente de paz tácita pero más reconciliadora.
Si nos centramos en quién ganó y quién perdió, pensaría que no aprendimos nada de lo acontecido, ganó el pueblo que aclama un mejor acuerdo, ganó las FARC que nos dieron un esperanzador futuro, ganó ese ciudadano no Uribista que voto NO, pero el jefe del Centro Democrático jamás debe sentirse dueño de los más de 6 millones de votos con los que se sentenció la contienda electoral del pasado domingo .
Tenía que pasar el resultado del domingo 2 de octubre para que mermen los egos y las prepotencias con que el Gobierno y las FARC en sus connotados discursos le hicieron daño al plebiscito. Anteponer las mañas viejas, reencauchar a Samper, Gaviria, Serpa, Roy, Benedetti y darle más mermelada a los ñoños, viejos adalides de la corrupción y la desigualdad social, no benefició el proceso.
Hay que replantear la mal llamada mermelada, que a mi parecer en Córdoba no se nota, pregunto.¿ Dónde están las grandes obras? ¿Qué ha hecho el Plan Departamental de Aguas? Este ente politizado tiene una cantidad de elefantes blancos que mantiene sedientos a más del 80% de la población, de esa mermelada solo Sahagún tiene un cambio, tiene Coliseo, Estadio y una Central de Abastos, pero también su población padece de sed.
Lo del día «D2», es un golpe estruendoso a la clase política colombiana, cordobesa y monteriana; la capital, única en la Costa donde ganó el NO, se perfila como la ciudad independiente, y que se entienda que Montería no es Azul; otro hecho significativo es que el aparato electoral solo se hace sentir en las elecciones locales donde hay dinero, compra de votos e intereses personales de aquellos que se lanzan a la contienda política, esperamos que lo vivido el domingo no sea solo un momento, que los ciudadanos entiendan que tienen un poder en el Voto que puede cambiar la historia.
Con el día D2 empieza la verdadera reconciliación, era el punto de quiebre que necesitaba el proceso de paz, “Cuando hay una gran crisis, se avecina una buena solución” y que antes del día D2 no sentía, estaba entregada a unos pocos, el pueblo había sido excluido, y el domingo se pronunció.
Lo que viene es difícil, habrá que coger el acuerdo con pinzas y estructurarlo pero con nuevos actores, la constituyente para mí, no es el camino, debe preservarse la institucionalidad del Estado, y Santos debe buscar nuevos amigos poco contaminados, De la Calle debe seguir, nadie como él que conoce el acuerdo y las falencias que tiene lo pactado, goza de confianza al interior de las FARC hacerse a un lado significaría un nuevo comienzo.
Los partidos políticos como la U y aliados deben hacerse a un costado, literalmente no pudieron: Su discurso comprado le hizo daño al proceso, debe vincularse al pueblo No uribista que votó NO, y sentarlo en la mesa. Uribe debe propender por un discurso de reconciliación no guerrerista. Las FARC tendrán que ceder en algunas pretensiones que no están claras y que generan miedo y dudas entre la población. Ahora bien, sería maquiavélico pensar que los partidos políticos que apoyaban el SÍ lo hicieran hipócritamente y de ahí los resultados del día D2.
La abstención del 62% preocupa, ese ese país indiferente que no ejerce su derecho al voto es el que se tiene que rescatar, hoy debe analizarse el voto obligatorio dentro del contexto democrático, un 37% no puede decidir sobre un 100% del caudal electoral, fundamentar esta discusión le haría muy bien al país no votante para que se analice su debate.
Los medios nacionales tienen que dejar de sentirse los adalides de la verdad, quedó demostrado que en este momento son perturbadores, polarizadores, hoy no suman, más bien, restan; Los encuestadores poco confiables, se rajaron. El proceso debe entrar en la etapa incluyente, de reconciliación, se debe despolitizar y pensar en el bienestar de todos. Ahora sí que viene un proceso de reparación, el día D2 quedará en la historia, como el viento huracanado que desarmó los corazones en los Colombianos.
Los Que votamos NO, también queremos la paz estable, incluyente y duradera.