Montería no es ajena al sentimiento de euforia y felicidad que causa un partido de la selección Colombia, el ánimo para ir a trabajar es distinto y los problemas que tiene la vida repentinamente desaparecen.
Los electrodomésticos dañados por los bajones de luz, el dinero que falta para el almuerzo y el miedo por la deuda al “paga diario” quedan a un lado para disfrutar de un rato de alegría y diversión que nos da nuestra selección, porque aunque ganemos o perdamos somos felices y nos gozamos el momento.
La ciudad se llena de camisetas y los hinchas, vistiendo de amarillo, auguran buenos resultados para el equipo. Marisol Hernández, contadora pública dice que cuando hay partido en la oficina se siente el ambiente, “Uno no ve la hora de que llegue el partido, trabajar es más fácil por la alegría. En la oficina ponemos música de la selección.”
Por su parte Andrés Amaya, abogado del consejo seccional de la judicatura de Córdoba se atrevió a dar su resultado a favor de Colombia 2 a 0 y manifestó que los problemas se olvidan cuando juega la tricolor. “Cuando juega la Selección Colombia es un día diferente, porque la esperanza de la victoria ayuda a olvidar los problemas de la vida.”
Pero lo más importante es saber que este sentimiento se lleva en la sangre, “Es un día diferente, uno despierta como con alegría, es como si fuera genético, desde que inicia el día hasta la hora del partido uno no hace más que esperar esos 90 minutos de júbilo.” Adrián Buitrago, Estudiante.
Por ahora, solo queda disfrutar de las alegrías que nos da nuestro equipo en la Copa Centenario y esperar que los problemas de la vida se solucionen día a día.