Se empiezan a conocer nuevos detalles sobre el crimen perpetrado por el policía Wilmer José Palencia Díaz, ocurrido en la madrugada del domingo en el barrio Cantaclaro de la ciudad.
Cuentan los habitantes del sector que a esa hora de la mañana se había terminado una fiesta de 15 años que varios de ellos tuvieron que disfrutar desde las terrazas de sus casas porque la lluvia impidió que se hiciera en plena calle, como se acostumbra en el sector.
Cuando apenas despuntaba el sol salió de la fiesta el uniformado, quien según el comandante de la institución, coronel Carlos Rojas, no se encontraba en servicio.
«El policía salió de la fiesta y ya se iba para su casa, pero vio a un grupo de personas hablando en una terraza y se paró frente a ellos y preguntó; Quién es el hijueputa que me va a llevar?», indicó uno de los testigos que se encontraba en el lugar y pidió reserva de su identidad.
El primero en reaccionar fue el excampeón mundial de boxeo Jorge Luis Noriega Medrado, quien de inmediato increpó al policía. «Más hijueputa serás tú», respondió, pero en ese momento el policía le dio un tiro certero en la cabeza.
Habían pasado apenas unos segundos y cuando Carlos Cárdenas, otro de los amigos que se encontraba en el lugar, vio lo que había ocurrido, trató de levantarse, pero también fue acribillado. Varias personas lo llevaron a un centro asistencial donde murió minutos después.
Lo obligó a arrodillarse
Todo pasó muy rápido, según cuentan los testigos. Otro de los hombres que se encontraba en el lugar se le lanzó encima al policía y trató de tumbarlo para evitar que siguiera disparando a diestra y siniestra.
Era justamente Víctor Julio Arroyo Padilla, quien le empieza a reclamar airado por lo que está haciendo. La respuesta del hombre de la institución fue amenazarlo con el arma y obligarlo a que se arrodillara.
Arroyo obedeció con la esperanza de salvar su vida, pero la única respuesta que recibió fue un disparo certero en la cabeza.
Huye en moto
El resto de personas que se encontraban en el lugar evitó seguir enfrentando al uniformado, quien estaba de civil. Temían correr la misma suerte.
Palencia Díaz caminó hasta llegar a una tienda y allí hizo otro disparo. Obligó a un motocoiclista que estaba en el lugar a que lo sacara de allí.
Pasado un tiempo se presentó ante la Fiscalía y dijo que había sido herido en medio de una riña en Cantaclaro, pero la comunidad advierte que podría tratarse de una estrategia para aludir defensa personal porque en ese lugar nadie le disparó.
Investigación disciplinaria
Por su parte, el comandante de la Policía Metropolitana de Montería, coronel Carlos Rojas, indicó que una vez conocido el hecho se abrió una investigación disciplinaria interna con el fin de establecer qué fue lo que ocurrió en ese sector de Montería.
Anunció que prestarán toda la colaboración necesaria a la Fiscalía para esclarecer el hecho en el que se vio involucrado el uniformado, adscrito a la Policía Metropolitana.
Insistió en que tendrá que responder por los daños causados en los que murieron las tres personas y lamentó profundamente que hechos como esos ocurran.