La corta vida de Wendy transcurrió entre el abandono y las drogas

La corta vida de Wendy transcurrió entre el abandono y las drogas

La vida de Wendy, la niña violada, torturada y asesinada en el municipio de Cereté, no fue fácil. Cuentan sus familiares que desde muy pequeña entró al mundo de las drogas y que eso fue justamente lo que la llevó a encontrar su muerte temprana.

Y aún después de muerta, la situación no ha cambiado mucho para ella, ni para sus familiares. Desde el 30 de diciembre, día en que desapareció de ese municipio cordobés, aún no ha podido ser sepultada y su cuerpo permanece en la sede de Medicina Legal de Montería, hasta que se haga la verificación de su identidad para entregar los restos a su padre, Juan José Ramírez, un mototaxista de Cartagena, que llegó a reclamarla.

Juan José desconocía que su hija estuviera viviendo en el departamento de Córdoba y mucho menos que tuviera tres meses de embarazo. Nunca se comunicaban y desde que se separó de María Teresa Herrera Almario, la madre de Wendy, creyó que la menor de 17 años estaba en su poder.

La joven había sido recluida en centros de rehabilitación para drogadictos en Cartagena con el fin de lograr su recuperación, pero no fue posible.

Era una niña muy bonita y alegre, según señalan sus familiares, pero con un destino marcado por el dolor, las drogas y la perdición.

No lo acepta

Su madre, María Teresa Herrera Almario, aún espera que su hija regrese con vida. No acepta que la muerte le llegó muy rápido y mucho menos que la hayan encontrado en un canal, en una zona enmontada del barrio La Candelaria de Cereté.

Ella vive en el barrio La Piedra de Bolívar donde espera ansiosa los resultados de los trámites que hacen sus familiares en Montería para llevar el cadáver a Cartagena.

Wendy es la segunda de sus cinco hijos, pero ella misma reconoce que tenían poca relación, pues ella se había criado con su padre en el municipio de San Pelayo, Córdoba.

La pareja se había separado hace muchos años, pero hace dos aproximadamente Juan José decidió retornar a Cartagena, luego de una segunda separación, y entregó la menor a su madre para que se encargara de su cuidado.

No hablaban nunca y el reencuentro se dio justo el viernes anterior cuando se enteraron de la trágica noticia. Juan José fue a su casa para hablar del tema, pero María Teresa aún se niega a creerlo y dice que está esperando a Wendy en la casa para hacerle una fiesta.

Reclaman cadáver

Los primeros que llegaron a reclamar el cadáver a Medicina Legal fueron Deifer Guerra, el compañero sentimental de Wendy desde hace seis meses y de quien esperaba un hijo, y Doris, la madre de este. Sin embargo, en Medicina Legal les indicaron que tendría que hacerlo un familiar en primer grado de consanguinidad.

Ellos habían visto el cadáver cuando fue encontrado en La Candelaria y pese a que estaba desnuda y en avanzado estado de descomposición, lograron establecer que se trataba de Wendy, quien había desaparecido desde el pasado 30 de diciembre.

Hay dos versiones entregadas por Deifer. La primera de ellas que estaban tomando cervezas y que ella salió a comprar dos más y nunca volvió. La otra es que se fue con un hombre en una moto y que él no estaba en la casa.

Hay quienes aseguran que vieron a Wendy en la denominada zona del Bronx en Cereté, sitio donde pulula la droga y la prostitución. De allí salió con cuatro hombres, luego de consumir licor y droga.

Después de dos días de encontrar el cadáver, es decir el viernes anterior, a las seis de la tarde llegó a Medicina Legal Juan José Ramírez, quien reclamó el cadáver, pero le dijeron que debía volver el sábado en la mañana porque ya no estaban atendiendo.

Así lo hizo, pero el sábado le dijeron que debía esperar hasta el martes porque solo hasta ese día volvería a trabajar el investigador que estaba encargado del caso.

Desde ese momento está esperando para terminar el proceso y poder llevar el cadáver de su hija hasta Cartagena. Para ello están recogiendo dinero en diferentes sectores, pues se vino sin un peso en el bolsillo y no tiene forma de pagar los costos de un traslado.

Piden investigar

Las autoridades de Córdoba piden investigar el hecho. «Ni una más», es la consigna con el fin de llamar la atención sobre el hecho que enluta a una familia humilde de Cartagena.

Pese a que no asistieron al plantón realizado en el parque principal de Cereté, insistieron en la necesidad de esclarecer el crimen y capturar a los responsables.

Entretanto, los familiares de Wendy reclamaron a su compañero sentimental por no reportar su desaparición desde el mismo 30 de diciembre cuando se dio. Ante ellos, Deifer ha señalado que era frecuente que ella desapareciera por espacio de tres o cuatro días y que al regresar ella señalaba que había estado visitando a su mamá en Cartagena.

Su padre, Juan José, pidió que investigaran al compañero sentimental con el fin de esclarecer el crimen y pidió justicias para que la muerte de su hija no quede impune.

La vida de Wendy fue triste y después de su muerte lo sigue siendo. No ha podido descansar en paz, mientras sus padres se reprochan mutuamente el abandono y mientras su verdugo sigue suelto en las calles sin que se haga justicia por lo que hizo.

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