Junior hizo un buen trabajo y no cayó en ‘La Olla’

Junior hizo un buen trabajo y no cayó en ‘La Olla’

Por: Camilo Antonio Gattás Obeid

En un partido en el que sobresalió la estrategia del DT Julio Comesaña, el equipo de Barranquilla igualó sin goles con Cerro Porteño, en el estadio La Nueva Olla de Asunción, durante el partido de ida correspondiente a los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Principalmente hay que destacar que en este primer partido la mano del profe Comesaña fue primordial, logrando salirse con la suya al alinear a Luis Narváez, decisión que fue fuertemente criticada por redes sociales al dejar por fuera a Cantillo, futbolista que venía haciendo las cosas de la mejor manera, con lo que no solo se había consolidado en la titular sino que había conquistado el corazón de los hinchas.

Lo de Narváez era una locura para la hinchada, el medio campista no actuaba desde la final que se disputó frente a Nacional por Copa Águila del año anterior luego de que sufriera una lesión de ligamento cruzado anterior en su rodilla derecha y que lo dejó por un semestre afuera de las canchas.

Sin embargo, este fue un acierto del entrenador, pues el barranquillero entró y ayudó increíblemente al juego del ‘tiburón’, dio balance en el medio campo e hizo un buen trabajo de taponamiento a los paraguayos, lo que lo dejó como una de las figuras, obviamente por detrás de Sebastián Viera, quien volvió a ser el ángel bajo los tres palos.

Otro detalle importante del planteamiento táctico fue el poco espacio entre la línea de cuatro defensas y los volantes, un equipo corto que permitió la tenencia del balón en los pies rojiblancos, lo que favoreció también en cerrar los espacios a su rival que al final creo poco peligro y se vio limitado, teniendo en cuenta que era local.

A mi parecer, fueron más las flores que se le echaron a este Cerro Porteño antes del partido de lo que logró hacer, si intentó meter miedo no pudo hacerlo, pues lo que mostró en el terreno de juego fue pobre. Pero claro está, el temor previo al duelo creció, injustificadamente pero lo hizo, pues Junior nunca ha mostrado jerarquía y autoridad en este tipo de torneos internacionales.

Murillo, Gutiérrez, Pérez, Ávila, Pico, Narváez, Sánchez, Hernández, Ovelar y Cantillo, sin la experiencia que exige este tipo de partidos hacían prever un juego, que por la mucha intensidad que le podría meter Cerro, en zona defensiva iba a terminar siendo vulnerable y gelatinoso, cosa que nunca sucedió porque el equipo se mostró solido atrás y supo sortear con altura las pocas incursiones del rival. Esta actitud se la imprimió el profesor Comesaña, quién ha demostrado ser un muy buen motivador y manejador del grupo.

En términos generales, el equipo se comportó a la altura del juego, incluso pudo ganarlo, lo que deja una buena sensación. Esto alimenta las esperanzas y expectativas de sus seguidores, no solo para pasar esta serie, sino para quiénes esperan volver a coronarse campeones y de esta manera hacer más popular la sentencia “Junior tu papá”.

Deja una respuesta