Un reconocido líder espiritual tailandés, Wirapol Sukphol, fue capturado en Estados Unidos por violación, tráfico de drogas y lavado de dinero, tras permanecer cuatros años fugitivo.
El monje budista atraía a los feligreses con proezas como caminar sobre el agua, hacer milagros y sanar enfermedades; la mayoría de sus seguidores eran políticos y figuras reconocidas de su país, a los cuales convencía de donar numerosas sumas de dinero, con las cuales compró 22 automóviles último modelo y una mansión en California.
Sukphol tenía ubicada su congregación en la provincia de Sisaket, una región pobre del país, según testimonios de la BBC Mundo, “el monje celebraba extravagantes rituales que comenzaron a llamar la atención de las personalidades más influyentes de Tailandia, quienes empezaron a viajar para ser testigo de los milagros que este realizaba”.
Los excesos del moje atrajeron la atención del Ministerio de Justicia de su País, quienes comenzaron a sospechar de sus actividades ilícitas, debido a los lujos y excentricidades que adquiría como una casa de campo en Uvon Ratchathani, su ciudad natal y una escultura gigante de Buda que presuntamente esta bañada en oro.
Luego de las averiguaciones realizadas por el Departamento de Investigaciones Especiales de Tailandia, se le acusó de los delitos de violación a un menor de edad, lavado de dinero y tráfico de drogas, tras esto huyó a Estados Unidos por más de cuatro años. Finalmente fue capturado el 19 de julio en el país norteamericano donde responderá por las acusaciones hechas en su contra y de las que se ha declarado inocente.
Por otro lado, la congregación budista rechaza el acto enriquecerse a partir de su religión, lo cual es condenado por el ‘patimokkha’, una guía espiritual donde se condensan los preceptos de vida que deben caracterizar a los monjes de esta religión.
No obstante, el pasado 14 de julio fue capturado en Alemania un monje budista, Hans D, sindicado de violar durante 15 años a decenas de niños y niñas de este país.