Tras las múltiples capturas en Córdoba, el departamento estaba en la mira de la opinión pública como una de las regiones más corruptas del país. Sin embargo, todos los ‘hilos’ de esas capturas eran manejados por el hoy ex director anticorrupción de la Fiscalía, Luis Gustavo Moreno, quien pretendía sacar beneficio personal de las mismas.
La clave para desentrañar toda esa verdad fue el exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, a quien le imputarán 20 delitos en Colombia, número nada despreciable para la Fiscalía y mucho menos para su máximo representante en temas de corrupción, pues ello se convertía en la mejor oportunidad de sacar unos pesos ‘extras’.
Moreno le recibió 10 mil dólares a Lyons como anticipo a un soborno por el que exigía un total de 500 millones de pesos. Lo que no sabía es que sus series estaban debidamente anotadas y fotografiadas y que ello lo convertiría en la primera persona en Colombia en ser extraditada por el delito de corrupción.
Moreno, abogado penalista de la Universidad Libre, apenas tenía ocho meses de haber sido nombrado director de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía, desde donde coordinaba las investigaciones más importantes en el escenario regional y en el nacional.
Su misión, según las interceptaciones, era atiborrar de trabajo a los investigadores bajo su mando para que no tuvieran mucho tiempo para dedicarlo a investigar los casos de corrupción de Córdoba. También había cobrado dinero para pasar al exmandatario las declaraciones dadas por varios de los testigos en los diferentes procesos.
Los hilos del exfiscal también se movían por los lados del cartel de la hemofilia, a través del cual se desfalcarían los recursos de la salud de Córdoba por el orden de los 50 mil millones de pesos, con el tema de la investigación por la muerte del director de la Oficina de Regalías de Córdoba, Jairo Zapa, terapias de neurodesarrollo que se cobraron y nunca se ejecutaron, los convenios firmados por la Universidad del Sinú y el destino de los recursos de regalías.
Ahora lo que se pregunta la comunidad cordobesa es si todos esos casos explotaron para buscar beneficio propio, pues su captura deja mal parado al organismo investigador y a sus actuaciones, aunque se trate de un caso individual.