El gobierno comunista de Nepal colapsó este martes tras dos días de intensas protestas lideradas por jóvenes de la Generación Z, que tomaron las calles de Katmandú y otras ciudades en rechazo a la censura digital, la corrupción y el nepotismo. El detonante fue la decisión del primer ministro K.P. Sharma Oli de bloquear 26 redes sociales, entre ellas Facebook, Instagram, WhatsApp y YouTube, bajo el argumento de combatir la desinformación. La medida fue interpretada como un intento de silenciar la crítica ciudadana y desató una ola de indignación que se convirtió en estallido social.
Las manifestaciones, inicialmente pacíficas, escalaron rápidamente en violencia. Los jóvenes rompieron el toque de queda, irrumpieron en el Parlamento, incendiaron edificios públicos y enfrentaron una brutal represión policial con gases lacrimógenos, balas de goma y munición real. El saldo: al menos 25 muertos y más de 300 heridos. La esposa de un ex primer ministro murió quemada en su vivienda, y varios ministros fueron evacuados en helicópteros militares. El aeropuerto internacional de Katmandú fue cerrado y el país quedó paralizado.
La renuncia de Oli, presentada en una carta al presidente, no logró calmar los ánimos. Los manifestantes exigen una transformación profunda del sistema político, el fin de los privilegios de los “Nepo Kids” hijos de dirigentes que ostentan lujos y garantías reales de transparencia, educación y empleo. Con más del 20% de la población en pobreza y un desempleo juvenil que supera el 22%, la frustración acumulada estalló en una generación que ya no confía en las élites tradicionales.
Nepal, que abolió la monarquía en 2008 y adoptó un modelo republicano, enfrenta ahora un vacío de poder y una crisis de gobernabilidad. Las protestas no responden a partidos ni líderes visibles: son espontáneas, descentralizadas y digitales. La caída del gobierno comunista marca un giro histórico en el país asiático, donde los jóvenes han demostrado que, incluso en medio de la censura, la rabia organizada puede derribar gobiernos.