A tres meses del atentado que le costó la vida al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, Colombia sigue sin respuestas claras sobre quién ordenó el crimen. El ataque ocurrió el 7 de junio durante un mitin en el parque El Golfito, en el occidente de Bogotá. Aunque siete personas han sido capturadas, entre ellas un menor de edad que disparó contra el político, las autoridades aún no han identificado al autor intelectual del magnicidio.
La investigación ha sido entorpecida por las múltiples hipótesis lanzadas desde la Casa de Nariño. El presidente Gustavo Petro ha mencionado desde redes internacionales de narcotráfico hasta disidencias armadas como la Segunda Marquetalia, pero ninguna de estas líneas ha sido respaldada por pruebas sólidas. La Fiscalía ha expresado su preocupación por lo que considera “intromisiones” del Ejecutivo, que desvían recursos y generan ruido mediático.
La familia de Uribe, representada por el abogado Víctor Mosquera, denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la interferencia del Gobierno en el proceso judicial, y solicitó protección para los allegados del senador asesinado. Mientras tanto, los capturados enfrentan cargos por homicidio agravado, concierto para delinquir y uso de menores para cometer delitos.