El senador Carlos Fernando Motoa, del partido Cambio Radical, prendió las alarmas al denunciar una supuesta alianza entre grupos armados ilegales y productores de coca, que tendría como blanco directo a policías y soldados en diferentes regiones del país. Según el congresista, los recientes hechos violentos, como el secuestro de 45 militares en el Cauca, serían prueba de este pacto criminal que busca debilitar las operaciones de la Fuerza Pública.
La preocupación no viene solo desde el Congreso. Inteligencia militar también ha detectado movimientos que apuntarían a que disidencias de las FARC y otras estructuras estarían usando a la población civil como “escudo humano” para frenar los operativos en contra del narcotráfico. El ministro de Defensa, general (r.) Pedro Arnulfo Sánchez, explicó que estas organizaciones ponen en riesgo a mujeres, niños y adultos mayores al exponerlos en medio de la confrontación, una estrategia que, según él, refleja la incapacidad de los grupos armados para enfrentar de frente a las tropas.
Motoa pidió a la Fiscalía y a las autoridades judiciales acelerar las investigaciones y capturar a los responsables de estos hechos que, asegura, cada vez afectan más la moral y seguridad de quienes defienden a los colombianos. “Basta ya de someter a la Fuerza Pública, de tener a nuestros policías y soldados indefensos ante una alianza criminal que crece y golpea en todo el territorio”, concluyó el senador.