El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó la personería jurídica del partido Progresistas, liderado por la senadora María José Pizarro, pero con una condición clave: el reconocimiento solo será efectivo cuando concluyan las investigaciones disciplinarias contra el partido MAIS, del cual se escindieron. La decisión, tomada con ocho votos a favor, marca un hito para la consolidación del Pacto Histórico, pero también deja en suspenso su estrategia de unidad para las elecciones de 2026.
La ponencia inicial del magistrado conservador Alfonso Campo buscaba negar la creación del nuevo partido, argumentando que no se puede dividir una colectividad mientras enfrenta procesos sancionatorios. Sin embargo, la presión judicial incluida una tutela que exigía respuesta inmediata obligó al CNE a pronunciarse. Aunque Progresistas fue inscrito en el Registro Único de Partidos, su activación política dependerá de la resolución de los casos contra MAIS.
María José Pizarro, David Racero y Heráclito Landínez, quienes lideran esta nueva fuerza, buscan que Progresistas sea el eje articulador de una gran fusión petrista que incluya al Polo Democrático, la Unión Patriótica y Colombia Humana. El objetivo: tener un candidato único a la Presidencia y una lista unificada al Congreso. Pero el condicionamiento del CNE podría retrasar esa hoja de ruta y abrir grietas internas en la coalición.
Aunque el Gobierno celebra la aprobación como un triunfo político, la senadora Pizarro advirtió que condicionar la personería jurídica “no garantiza plenamente el derecho a elegir y ser elegido”. El reloj electoral avanza, y el Pacto Histórico necesita definir si este nuevo partido será una herramienta de cohesión o una promesa atrapada en trámites administrativos.