Este miércoles 20 de agosto, el expresidente Álvaro Uribe Vélez regresó a las calles de Sabaneta, Antioquia, tras recibir la autorización oficial que le permite defenderse en libertad. Apenas se conoció la boleta de libertad emitida por el Tribunal Superior de Bogotá, que revocó la detención domiciliaria impuesta tras su condena en primera instancia, Uribe convocó a sus seguidores a una movilización por su municipio natal. “Cada minuto de mi libertad lo dedicaré a luchar por la libertad de Colombia”, afirmó al salir a saludar a quienes lo esperaban.
Uribe había sido condenado a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal. No obstante, el Tribunal consideró que los fundamentos usados para justificar su detención eran vagas e imprecisas. Al remover la orden de captura inmediata, el fallo reconoce que el expresidente no representaba un riesgo de fuga y que ha cumplido con sus citaciones judiciales durante todo el proceso, lo cual motivó que se le permitiera continuar su defensa en libertad.
Aunque aún el Tribunal tiene hasta el 15 de octubre para definir si confirma o anula su condena, el regreso de Uribe a Sabaneta ha reavivado el debate político en Colombia. Sus simpatizantes celebran su regreso con fervor, mientras sus críticos exigen que continúe enfrentando la justicia. Sea como sea, su presencia continúa siendo un eje central en la vida política del país.