Autoridades en Medellín confirmaron la existencia de un presunto plan de las disidencias de las FARC para asesinar al alcalde Federico Gutiérrez y a la concejal Claudia Carrasquilla. La denuncia, que será ampliada en rueda de prensa, se conoció tras el magnicidio del senador Miguel Uribe Turbay, y ha encendido las alarmas sobre una posible ofensiva contra líderes políticos de derecha en Colombia.
El reporte inicial llegó desde la Cárcel de Cómbita el pasado 26 de mayo, cuando un preso de alto perfil reveló que las disidencias habrían destinado ocho millones de dólares para ejecutar atentados contra figuras como Gutiérrez, Carrasquilla, Álvaro Uribe y otros dirigentes. La Fiscalía General de la Nación activó protocolos de seguridad y solicitó a la Unidad Nacional de Protección un estudio urgente de riesgo, mientras la Fuerza Pública reforzó el esquema del alcalde.
Claudia Carrasquilla, exfiscal y actual concejal, denunció haber recibido cuatro amenazas de muerte en menos de un año, algunas con detalles operativos y presuntos pagos de hasta $4.000 millones para ejecutar el ataque. La cabildante fue incluida en una lista de objetivos del frente 33 de las FARC y estructuras criminales del Valle de Aburrá, como ‘La Terraza’ y ‘Los Pesebreros’.
La situación ha generado una ola de solidaridad institucional y preocupación ciudadana. Gutiérrez, quien ha sido enfático en denunciar el avance del crimen organizado, afirmó que “esto nos regresa a las peores épocas”. Las autoridades investigan el origen de las amenazas y evalúan si están relacionadas con procesos de paz urbana sin garantías reales para las víctimas.