Este lunes 11 de agosto, en medio de lágrimas y profundo dolor, María Claudia Tarazona llegó al Capitolio Nacional junto a sus hijas para despedir a su esposo, Miguel Uribe Turbay, cuyo cuerpo permanece en cámara ardiente durante tres días. Allí, envió un mensaje de “amor, unión y paz”, y pidió a las autoridades que avancen con rapidez en la investigación del asesinato. “Romper una familia es el acto de violencia más horrible que se pueda cometer jamás. Rechazo cualquier acto de violencia o venganza por la muerte de Miguel”, afirmó.
En su intervención, Tarazona agradeció a los médicos y al equipo de enfermería de la Fundación Santa Fe en Bogotá, quienes durante dos meses lucharon por salvarle la vida al senador. “Hicieron todo lo humana y médicamente posible. Gracias por no desfallecer y estar con Miguel hasta el último minuto”, expresó. También recordó que en este tiempo difícil encontró fortaleza en Dios, y que esos días junto a su esposo le sirvieron de preparación para enfrentar la pérdida.
Con la voz entrecortada, recordó a Miguel como un hombre amoroso, dedicado a su familia, amante de la música, el ajedrez y la paz de Colombia. “Para el país se fue un hombre que soñaba con la unión y con que ningún niño repitiera la historia que hoy vive nuestro hijo”, dijo. Finalmente, reiteró su llamado a que se haga justicia no solo por su esposo, sino por una Colombia que merece vivir en paz: “La justicia fortalece la democracia. Que quienes cometieron este crimen respondan por sus actos”.