Con el corazón roto pero aferrada a su fe, María Carolina Hoyos Turbay, hermana de Miguel Uribe, compartió un mensaje profundamente conmovedor en redes sociales. En sus palabras, se entrelazan el dolor de la pérdida con la certeza espiritual de que su hermano ha sido recibido por su madre y abuela en un abrazo eterno. “Pensé que tú me despedirías a mí, era lo lógico”, escribió, dejando entrever la esperanza que sostuvo hasta el último momento de que Miguel saliera victorioso de esta difícil situación.
La historia se repite, como ella misma lo reconoce: la misma fe que sostuvo a la familia cuando partió su madre, vuelve a ser el refugio ante esta nueva ausencia. “Esta fue la voluntad de Dios. No encuentro explicaciones, pero no me queda más que asumir este nuevo dolor con fe”, expresó, reafirmando que el amor y la espiritualidad siguen siendo el hilo conductor de su fortaleza. En medio del duelo, agradeció a médicos, enfermeras y a quienes oraron con devoción, reconociendo la solidaridad que los acompañó en este proceso.
La publicación también es un homenaje a quienes permanecen: a su hijo Alejandro, a María Claudia, a Miguel padre y a Delia, a quienes describe como ejemplos de fortaleza y amor incondicional. “Señor, dame fuerzas para seguir adelante”, implora, mientras se despide de su “niño hermoso” con una ternura que trasciende el dolor. En su mensaje, la fe no es solo consuelo: es promesa de reencuentro.
Desde lo íntimo, María Carolina convierte su despedida en un acto de amor público, donde la espiritualidad y la esperanza se elevan como testimonio de una familia que, aun en la pérdida, se mantiene unida. “Hasta luego, a Dios”, concluye, con la convicción de que el amor no muere, solo se transforma.