Durante su más reciente alocución presidencial del martes 5 de agosto, el presidente Gustavo Petro sorprendió al proponer que, en vez de enseñar inglés como segundo idioma obligatorio en los colegios, se promueva el aprendizaje de las lenguas indígenas del país. El mandatario aprovechó el segmento de educación para cuestionar el modelo actual, señalando que Colombia tiene una sola lengua oficial el español y que existen muchos idiomas originarios que siguen siendo ignorados por el sistema educativo.
Petro fue claro en su mensaje: no está en contra del inglés ni de otros idiomas extranjeros como el alemán, el francés o el chino, pero insistió en que no deberían imponerse como segunda lengua oficial. Según él, la Constitución no lo exige y, por tanto, hay espacio para que el país reconozca y enseñe sus propias lenguas ancestrales.
También criticó que se exija dominio del inglés para cargos diplomáticos, argumentando que esto excluye a profesionales con formación sólida pero sin ese requisito. Además de hablar del tema de las lenguas, Petro aprovechó para lanzar pullas a gobiernos anteriores y defender los avances en educación durante su mandato. Comparó su gestión con la de Juan Manuel Santos, a quien acusó de encarecer la educación privada con subsidios mal enfocados.