En Norte de Santander, una joven ha capturado la atención de miles en redes sociales al celebrar sus 15 años con un gesto profundamente significativo: dejó atrás el tradicional vestido de gala para lucir una colorida manta Guajira, en homenaje a la cultura wayuu. Su elección, lejos de lo convencional, se convirtió en símbolo de identidad y orgullo indígena.
La fiesta fue todo menos tradicional. Decorada con elementos ancestrales, artesanías y los vibrantes colores propios de la etnia wayuu, el evento resaltó el valor de las raíces y la diversidad cultural. Invitados y usuarios en redes aplaudieron la iniciativa, considerándola un acto de reivindicación y empoderamiento.
El momento más emotivo fue la entrada de la quinceañera, que acompañada por danzas típicas y música tradicional, mostró cómo una celebración puede ser también una expresión de memoria cultural. Con su atuendo típico, la joven se convirtió en ejemplo de respeto por las tradiciones y de cómo los nuevos tiempos pueden abrazar lo ancestral con belleza y orgullo.
Este gesto ha motivado conversaciones sobre el valor de lo autóctono en tiempos de globalización, inspirando a otras jóvenes a reconectar con sus orígenes y darles protagonismo en sus momentos más especiales.