La tensión política subió de tono luego de la fuerte intervención de la congresista Lina Garrido durante la sesión del 20 de julio, donde respondió sin filtro al presidente Gustavo Petro. Su discurso generó aplausos desde la oposición, pero también desató críticas del oficialismo. Tras la polémica, Garrido aseguró haber recibido mensajes intimidantes, y su partido, Cambio Radical, no tardó en reaccionar.
A través de un comunicado, Cambio Radical expresó su preocupación por el ambiente hostil que, según ellos, se ha intensificado desde el Gobierno. “Ya es hora de que se detenga el hostigamiento”, señalaron, exigiendo garantías para ejercer la oposición libremente. Además, dejaron una advertencia contundente: si algo le llega a pasar a Lina Garrido o a otro miembro del partido, responsabilizarán directamente al Gobierno Nacional.