Al caído caerle, ahora todos los trabajadores se quejan del D1; según ellos, esas tienda son lo peor.

La cadena de tiendas D1 enfrenta una creciente ola de denuncias por presuntas irregularidades laborales, luego de que varios trabajadores publicaran en redes sociales videos donde relatan entre lágrimas situaciones de maltrato, sobrecarga física y falta de garantías mínimas. Uno de los casos más visibles es el de Deicy Johana Zapata, empleada en Ituango, Antioquia, quien denunció haber sufrido un accidente laboral no reportado y la falta de apoyo como madre lactante de una bebé con cardiopatía congénita.

El Ministerio del Trabajo confirmó que abrió una investigación formal tras recibir más de 100 quejas en todo el país. En visitas a 263 tiendas y 6 centros de distribución, se encontraron jornadas de hasta 12 horas, ausencia de pausas para alimentación, descuentos arbitrarios, persecución sindical y falta de salas de lactancia. En Bogotá, incluso se reportó un intento de suicidio por estrés laboral, lo que encendió las alarmas sobre el impacto psicosocial en los empleados.

La empresa respondió que no ha sido notificada formalmente de cargos y que colaborará con las autoridades para demostrar el cumplimiento de sus obligaciones. Sin embargo, los testimonios siguen apareciendo en plataformas como TikTok y X, donde trabajadores denuncian retenciones indebidas, amenazas y condiciones que, según ellos, vulneran sus derechos. El caso ha generado un debate nacional sobre los límites de la exigencia laboral y la necesidad de garantizar entornos dignos en el comercio minorista.