Una tragedia sacudió la isla de San Andrés, cuando tres miembros de una familia bogotana fueron hallados sin vida en una habitación del hotel Portobelo Convention. Las víctimas fueron identificadas como Viviana Andrea Canro Zuluaga, su esposo Tito Nelson Martínez Hernández y su hijo de cuatro años, Kevin Matías Martínez. El hallazgo fue realizado por el padre de Viviana, quien relató la desgarradora escena tras ingresar al cuarto luego de no recibir respuesta a sus llamados.
Orlando Canro, padre de la mujer fallecida, aseguró que la escena no mostraba signos de violencia ni indicios de una pelea, y descartó la hipótesis de envenenamiento. Según su testimonio, los cuerpos estaban dispuestos como si estuvieran dormidos, y su hija se encontraba desnuda en el piso. “Para mí fue un asesinato con algún gas o sustancia que había en esa habitación”, declaró Canro, quien también reveló que su hija había solicitado cambiar de habitación por un olor extraño, sin recibir respuesta del hotel.
Las autoridades, encabezadas por el coronel James Evelio Totena, indicaron que no se encontraron lesiones externas en los cuerpos, lo que orienta la investigación hacia una posible intoxicación por vía aérea o ingestión. Medicina Legal realizó las autopsias y, según los primeros reportes, no se hallaron anomalías en el cuerpo del menor, lo que refuerza la hipótesis de una intoxicación ambiental. La Fiscalía y el CTI continúan con las investigaciones, mientras se esperan los resultados toxicológicos que podrían esclarecer el caso.
La familia había viajado a la isla como parte de un regalo planeado por Viviana para sus padres, en celebración del Día del Padre y la Madre. El hotel Portobelo Convention emitió un comunicado expresando sus condolencias y asegurando que ha colaborado con las autoridades. Sin embargo, el dolor y la incertidumbre persisten, mientras el país espera respuestas sobre una tragedia que dejó más preguntas que certezas.