Alias ‘el Costeño’, señalado por su presunta participación en el atentado contra el senador Miguel Uribe, fue capturado en Bogotá, en una casa ubicada en Engativá, justo en el mismo sector donde había tenido negocios y era bien conocido por los vecinos. Lo curioso es que, mientras era uno de los más buscados del país y ofrecían 300 millones de pesos por información sobre su paradero, él seguía viviendo tranquilo en una zona que solía frecuentar.
Lo que parecía una estrategia de película terminó siendo su error; creyó que nadie lo buscaría en el lugar más obvio. Según reveló la Policía, se movía entre viviendas, apagaba y prendía luces en horarios calculados para despistar, y hasta planeaba irse a Venezuela. A pesar de sus maniobras, gracias al apoyo de la comunidad y a herramientas tecnológicas, las autoridades lograron ubicarlo y capturarlo.
El director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, confirmó que ‘el Costeño’ cambió de escondite al menos tres veces antes de ser detenido. Hoy está bajo custodia y será procesado por su presunta relación con el atentado.