Una investigación académica ha revelado que una proporción significativa de hombres heterosexuales con historial de múltiples parejas femeninas también ha mantenido relaciones sexuales con otros hombres en algún momento de su vida. El hallazgo, lejos de apuntar exclusivamente a una orientación homosexual latente, sugiere que en muchos casos estas experiencias están motivadas por una necesidad profunda de validación emocional y sexual.
Según los investigadores, este patrón responde a una búsqueda constante de sentirse deseados, aceptados y valorados, más allá del género de la persona que les brinde esa atención. En otras palabras, el deseo de conexión y reconocimiento puede llevar a algunos hombres a explorar vínculos íntimos con otros hombres, sin que esto implique necesariamente una redefinición de su identidad sexual.
Este fenómeno ha sido abordado por expertos como Victor J. Seidler, quien en su análisis sobre masculinidades señala que muchos hombres viven su sexualidad como una construcción social más que como una orientación fija. La presión cultural por demostrar virilidad, combinada con la falta de espacios seguros para expresar vulnerabilidad, puede empujar a algunos a buscar validación en contextos inesperados.
Los hallazgos invitan a repensar los límites tradicionales de la heterosexualidad y a comprender la sexualidad masculina como un espectro más complejo de lo que dictan las etiquetas. También abren la puerta a conversaciones más honestas sobre salud emocional, autoestima sexual y la necesidad de romper con estigmas que impiden a los hombres explorar su identidad sin miedo al juicio social.