En medio del revuelo por el atentado contra Miguel Uribe, la senadora Paloma Valencia lanzó una declaración que no pasó desapercibida: dijo que si él se recupera, renunciará a su precandidatura presidencial para respaldarlo de lleno. Según ella, ese sería un acto de solidaridad con un político que, en sus palabras, está demostrando valentía frente a la adversidad.

La afirmación se dio mientras crece la polémica por la demanda de pérdida de investidura que enfrenta Uribe, impulsada por un sindicato que lo acusa de hacer campaña política sin cumplir las reglas. Valencia salió al paso, defendiendo que todos los congresistas están “en campaña permanente” y que la denuncia es parte del juego sucio que busca dividir aún más al país.

Este cruce político ocurre apenas días después del atentado que casi le cuesta la vida al joven senador. Mientras se recupera, sus aliados ya lo proyectan como una figura presidencial, y el apoyo público de Paloma refuerza esa narrativa.