En plena feria de Montería, entre fandangos, porros y buen ambiente, un gringo se volvió sensación por su energía arrolladora. No se sabe su nombre, ni de dónde salió, pero lo cierto es que el tipo no paró de bailar ni un segundo. Desde la tarima hasta el stand de la Alcaldía, se tiró sus pasos como si hubiera nacido en el Sinú.
Vestido de manera sencilla, con su sonrisa siempre lista y una alegría contagiosa, este extranjero se metió en el corazón de los monterianos a punta de sabor. Videos de sus bailes ya circulan en redes sociales, donde muchos lo han bautizado como “el gringo más sabanero del mundo”.