El presidente Gustavo Petro volvió a sacudir el escenario político al anunciar que, tras la aprobación de la reforma laboral, dará paso a su nuevo objetivo: convocar una asamblea nacional constituyente durante las elecciones de 2026.
Desde Medellín, donde Petro participará este 21 de junio en un evento sobre paz urbana, no tardaron en llegar los primeros choques. El alcalde Federico Gutiérrez fue uno de los más críticos y aseguró que no fue invitado ni recibió una agenda oficial del Gobierno nacional. Además, lanzó fuertes críticas al presidente, acusándolo de querer perpetuarse en el poder y de “hacer de víctima” para dividir al país.
Gutiérrez defendió el trabajo que ha hecho junto al gobernador de Antioquia, y advirtió que no permitirán lo que considera un intento de debilitar la institucionalidad. “Medellín y Antioquia no tienen presidente, pero sí tienen quien los defienda”, dijo. El mandatario local mientras calificó las recientes declaraciones de Petro como una cortina de humo para desviar la atención de los problemas reales del país.