Lo que pintaba como una sorpresa romántica terminó en una pesadilla para Lawrence Campbell, un canadiense que decidió regalarle a su novia un décimo de lotería por su cumpleaños. El gesto, que parecía salido de una película de amor, dio un giro inesperado cuando ese boleto resultó ser el ganador de más de tres millones de dólares.
En lugar de compartir la alegría y el premio, la relación se vino abajo. Krystal McKay, la afortunada del billete, reclamó el dinero como suyo y cortó toda comunicación con Campbell, quien ahora la ha llevado a los tribunales, alegando que el regalo fue simbólico y que el premio debía dividirse.