El gobernador de Bolívar, Yamil Arana, no se guardó nada y dejó claro su descontento con la orden de la Corte Constitucional y el presidente Gustavo Petro, quienes exigen que la administración departamental garantice alimentación para las personas privadas de la libertad en Bolívar.
Sin rodeos, Arana calificó la medida como insostenible, señalando que los recursos no alcanzan para cumplir con la exigencia sin afectar otros sectores esenciales. En un mensaje que ha desatado debate, el mandatario advirtió: “Nos va a tocar escoger entre darle comida a los niños o a los presos”, poniendo sobre la mesa el dilema presupuestario que enfrenta su administración.
Las declaraciones han encendido la polémica en redes sociales y en círculos políticos. Mientras unos apoyan su postura y exigen que el gobierno nacional asuma la responsabilidad, otros consideran que su pronunciamiento es un desafío directo al sistema judicial.