En medio de la elección del próximo sumo pontífice, quien será el reemplazo del papa Francisco y llegará a liderar la Iglesia católica, Donald Trump, en su gira por Michigan, sorprendió al público con una confesión inesperada.
Entre broma y risitas, con su tono provocador que lo caracteriza, dijo: “Me gustaría ser papá”. Sin embargo, en el mismo instante, dejó entendido que su apoyo al cardenal Timothy Dolan es inmenso, pues podría ser el sucesor del papa Francisco.
Pese a su fuerza para que Timothy sea el próximo sucesor, hay una controversia. Dolan es carismático y es conocido por su influencia en temas religiosos; sin embargo, la posibilidad de que ocupe el trono de San Pedro es nula, debido a las preferencias de la Santa Sede por candidatos europeos o latinoamericanos.