Carlos Acosta Castro de 68 años conductor de la ciudad de Bogotá se encontraba realizado la prestación de un servicio de transporte, cuando vivió un momento angustiante al momento de realizar una carrera en la misma ciudad y ser secuestrado y abandonado en la vía al municipio de Cota.
Como si fuera coincidencia o señales de Dios, la esposa del conductor, lo había llamado para comentarle que sentía un presentimiento de que algo malo pasaría, a lo que Acosta le responde: “Tranquila, mija, no se preocupe que yo estoy bien, estoy trabajando, ahora voy para allá.
Sin embargo, este mensaje no fue motivo de tranquilidad para la esposa, ella comenta que, “ya no se escuchaba como si él estuviera manejando, sino como si estuviera acostado, una voz rara. Entonces, ya le marqué, como faltando 20 minutos para las 2:00 a. m. y ya tenía el celular apagado y de ahí para acá ni más volvimos a tener rastro de él”.
Pocas horas después, la familia recibe una llamada donde informaban que el conductor había aparecido amarrado de pies y manos en la vía que conduce al municipio de Cota.
Por fortuna, Carlos Acosta fue encontrado por un habitante de calle, quien pensaba que lo que veía se trataba de un bulto y empezó a revisar, cuando se dio cuenta de que se trataba de una persona.
Según informaciones preliminares los presuntos delincuentes robaron el carro con el que trabajaba y sus pertenencias.
Además, su nieta informó algunos hechos del suceso: “Lo botaron vía Cota en un bicitaxi. Lo encontró un habitante de calle. Mi abuelito mencionó que no lo escopolaminaron, no le dieron ninguna sustancia, que estuvo todo el día en una casa en Suba Bilbao, allí fue donde, me imagino, hicieron todo el tema del robo, eso es lo único que sabemos y estamos a la espera de que él llegue aquí a la casa”.