En Colombia, hay un estereotipo que parece resistir al paso del tiempo: la idea de que los costeños son flojos. Pero, ¿de dónde viene esta percepción? Algunos dicen que todo se debe al ritmo relajado y alegre que caracteriza a la región Caribe, donde el calor invita más a una hamaca que a una jornada maratónica de trabajo.
Los habitantes del interior del país, acostumbrados a climas más fríos y rutinas más aceleradas, suelen bromear diciendo que los costeños «trabajan para vivir, no viven para trabajar». Y claro, en redes sociales no faltan los memes que muestran a un costeño con sombrero vueltiao, disfrutando de una brisa marina mientras el resto del país corre contra el reloj.
Sin embargo, los costeños tienen su propia versión de los hechos. «No es flojera, es sabiduría», dicen entre risas. «¿Para qué estresarse si igual el trabajo siempre va a estar ahí? Mejor disfrutar la vida». Además, no hay que olvidar que la región Caribe ha dado al país grandes talentos en la música, la literatura y el deporte, demostrando que el ingenio y la creatividad también son formas de trabajo.
Al final, este intercambio de opiniones no es más que una muestra del humor colombiano, donde las diferencias culturales se celebran con una buena dosis de chistes.