A pesar de que el paro armado anunciado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el departamento del Chocó aún no ha comenzado, la región ya enfrenta una grave crisis humanitaria con miles de desplazados.
Según informes recientes, más de 3.500 personas han sido forzadas a abandonar sus hogares debido a los enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo.
El paro armado, que se extenderá del 18 al 21 de febrero, ha generado un clima de temor y tensión en la población.
Las comunidades de los municipios de Istmina, Medio San Juan, litoral del San Juan, Sipí y Nóvita han sido las más afectadas, con al menos 2.000 familias confinadas en 30 poblados.
La gobernadora del Chocó, Nubia Córdoba, ha solicitado al Gobierno Nacional que declare el estado de conmoción interior en el departamento para enfrentar la crisis.