El expresidente de Bolivia, Evo Morales, fue declarado en «rebeldía» por un tribunal tras no presentarse por segunda vez a una audiencia relacionada con un caso de trata agravada de personas.
Como se recordará, Morales está siendo investigado por una presunta relación con una menor con la que habría tenido un hijo.
El juez ordenó aplicar un «arraigo nacional» al exmandatario, notificarlo por edicto de la resolución, emitir un mandamiento de aprehensión y realizar una anotación preventiva de sus bienes.
La defensa de Morales argumentó que no pudo asistir a la audiencia debido a problemas de salud, ya que está pasando presuntamente por una crisis de bronconeumonía y bradicardia, pero el juez consideró que estos no eran motivos legítimos para su ausencia.
El 14 de enero, Morales no se presentó a una citación con la Fiscalía por razones médicas, lo que llevó a reprogramar la diligencia para el 17 de enero. El juez le dio 48 horas para demostrar su enfermedad, ordenando exámenes de neumología y cardiología, además de una prueba de sangre completa, a cargo del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF). Sin embargo, Morales no asistió.
Es de resaltar que, la fiscal departamental había advertido que, si Morales no se presentaba a la audiencia, sería declarado rebelde.