En un sorprendente caso de hurto, la Policía Metropolitana de Bogotá capturó a una mujer que fingía tener discapacidad auditiva y del habla para robar en establecimientos comerciales.
La mujer, que operaba en el barrio 7 de Agosto, utilizaba un tapabocas y un gorro navideño para ocultar su identidad mientras pedía limosna y balbuceaba palabras ininteligibles para reforzar su engaño.
El incidente más reciente ocurrió en un centro comercial, donde las cámaras de seguridad registraron a la mujer robando un iPhone del mostrador mientras el encargado estaba distraído.
Los comerciantes, al percatarse del robo, rastrearon el dispositivo mediante su GPS y alertaron a la policía.
Al ser detenida, la mujer dejó de simular su discapacidad y comenzó a hablar con normalidad, desmoronando su fachada de sordomuda. Durante la audiencia, enfrentó cargos por hurto calificado.
Este caso ha generado sorpresa y polémica entre los ciudadanos, quienes lamentan el uso indebido de una condición tan sensible para cometer delitos. Actos como estos solo contribuyen a perpetuar estereotipos negativos y a dificultar la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad.