Durante décadas, la cartilla Nacho ha sido un pilar fundamental en la educación de millones de colombianos. Este sencillo, pero poderoso libro, creado en los años 70, se convirtió en la herramienta principal para enseñar a leer y escribir a generaciones enteras.
La cartilla Nacho no solo facilitó el aprendizaje del idioma, sino que también dejó una huella imborrable en los corazones de quienes la usaron.
Muchos recuerdan con cariño las tardes en las que, junto a sus padres o abuelos, desentrañaban las primeras letras y palabras.
El Nacho, con sus ilustraciones y ejercicios, no solo enseñaba a leer, sino que también fomentaba el amor por el conocimiento y la lectura. En un país donde el analfabetismo era un desafío, esta cartilla se convirtió en un símbolo de esperanza y progreso.
Hoy, aunque los métodos de enseñanza han evolucionado, la cartilla Nacho sigue siendo recordada con nostalgia y gratitud.