Ella es Belén, una joven con cáncer que afirma que Jesús le da paz y alegría en el dolor: «Él es el timón de mi vida»

Ella es Belén Domínguez, una joven de 31 años, que lucha contra un tumor en la médula, pero como ella afirma, no lo hace sola, pues según su testimonio, Jesús está a su lado en esta dura batalla.

De Belén se sabe que es española y que práctica la religión católica con una fe sorprendente. Además, ella misma fue quien dio a conocer su historia en sus redes sociales, e indica que desde hace casi un año se enteró de su diagnóstico, pero no quería deprimirse, entonces pensó que sería una buena idea compartir su historia para llevar esperanza a las personas que estén pasando por algo igual o similar en sus vidas.

Y es que la joven es muy valiente, quien, sin apenas poder moverse, pero con una gran sonrisa, afirma siempre que Jesús le da paz y alegría en la enfermedad. De igual modo, deja ver lo agradecida que esta de ser tan cercana a sus padres, amigos y su novio Emilio, con quien tenía planeado casarse en mayo, y cuyo amor se ha fortalecido a pesar de la adversidad.

Ella dijo que antes “tenía una fe bastante ‘normalita’, por así decirlo”, pero ahora Cristo es lo primordial en su vida: “Gracias a Él tengo todo lo demás, Jesús me está guiando en cada paso, Él es el timón de mi vida. Todo es gracias a Él, no soy yo”.

Todos los días al despertar, Belén recibe la Comunión. “Realmente es lo que más feliz me hace porque es mi mejor medicina. Empiezo el día feliz, con muchísimo gozo. Me despierto y ya estoy contenta”.

“Ahora cada día rezo más, porque es cuando más feliz soy. A través de la oración he descubierto que Él es lo primero, Él es lo único, y gracias a Él tengo a Emilio, a mi familia, vienen mis amigos a verme… es todo gracias a Él, entonces yo acepto la enfermedad y estoy muy feliz”, expresó Belén.

Asimismo, continúo diciendo: “si en algún momento me quiere llevar, yo seré feliz porque me voy con Él, y sé que le dará la fortaleza a los que me rodean para afrontarlo. Y si quiere me quedaré aquí, que es lo que yo le pido todos los días”, dijo y afirmó que “el poder de la oración es lo único que es capaz de cambiar la voluntad de Dios”.