Los casos de los falsos positivos en Colombia es algo por lo que vienen acusando al expresidente Álvaro Uribe Vélez durante años, ya que varias figuras importantes de la fuerza pública han revelado macabros detalles de los hechos.
Recientemente el tema volvió a ser noticia nacional ya que Uribe se pronunció algo molesto frente a los reconocimientos del general (r) William Torres Escalante, excomandante de la Brigada 16 del Ejército Nacional, y otros miembros de las Fuerzas Militares que aceptaron ante la Jurisdicción Especial para la Paz su responsabilidad en el escándalo de los falsos positivos.
El excomandante reconoció ante la JEP su participación en las 303 ejecuciones extrajudiciales cometidas en el departamento del Casanare.
El exmandatario entre 2002-2010, tramo en el que hubo mayor reporte de estos crímenes, rechazó cualquier vinculación de su gobierno con este flagelo.
En primer lugar, Uribe cuestionó que los uniformados que aceptaron su responsabilidad lo hagan bajo la justificación “que se exigían resultados”.
El expresidente aseguró que entre las razones utilizadas estarían las exigencias del primer mandatario y de la población. En ese sentido, aceptó que hubo exigencia de resultados. “Siempre fui exigente como la opinión pública lo percibió en los Consejo Comunitarios”.
General Torres Escalante y Otros, el Casanare pic.twitter.com/0Eb3R6dqtO
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) September 20, 2023
“Ser exigente era mi deber en un país y en departamentos como El Casanare donde narco guerrillas y narco paramilitares asolaban a la ciudadanía”, añadió el expresidente, que acotó que, en los consejos comunitarios, que eran los espacios de denuncia, siempre hubo presencias de la Procuraduría, la Defensoría, autoridades locales y la Fiscalía.
En ese sentido, señaló que nunca habría omitido ninguna denuncia sobre violaciones a los derechos humanos. “Por eso nuestras circulares iniciales sobre transparencia”, agregó Uribe. En esa línea, el exmandatario anunció las acciones que habría ejecutado para garantizar el correcto proceder de la Fuerza Pública frente a los derechos humanos.
En primer lugar, señaló que les pidió a los militares que no movieran los cuerpos de las personas muertas en combate “y siempre esperar que llegara la Fiscalía a efectuar los levantamientos”. También apuntó que en 2006 pidió que fuera la justicia ordinaria la que investigara los hechos en los que varios policías fueron asesinados por militares.
Álvaro Uribe también negó la tesis de que en su gobierno se privilegió las muertes en combates sobre otros índices. “Siempre preferimos las desmovilizaciones sobre las capturas y las bajas”, declaró el mandatario, que justificó lo dicho con las siguientes cifras: “53.000 desmovilizaciones, 18.000 de guerrilleros y 35.000 de paramilitares; 36.363 capturas y 13.992 bajas”.
En esa línea, cuestionó a la justicia transicional. Este apuntó a que muchos de los que aceptaron sus responsabilidades en los casos de falsos positivos “lo reconocen ante el incentivo de la libertad que les ofrece”.
Luego de criticar al tribunal transicional, volvió a destacar su gestión. Luego, criticó a algunos uniformados que no habrían honrado en uniforme. “Qué falta de honor militar asesinar para simular cumplir el deber. Qué falta de honor militar pretender justificar asesinatos en la orden superior, clara y transparente de combatir el delito para proteger a la comunidad golpeada por el crimen”, concluyó el expresidente.
Fuente consultada El Tiempo.