El entrenador colombiano Francisco ‘Pacho’ Maturana y su familia fueron víctimas de un millonario robo en la madrugada del domingo cuando se encontraban departiendo con unos amigos en su finca, la cual está ubicada en el sector El Triángulo, de El Retiro, municipio del Oriente antioqueño.
De acuerdo con las primeras versiones, tres sujetos armados ingresaron a la propiedad de manera repentina, encañonaron y amenazaron a los presentes en el inmueble, que eran: Maturana, su esposa y dos amigos más, quienes también estaban con sus respectivas parejas, posteriormente los obligaron a ingresar a una habitación, donde fueron encerrados por más de 30 minutos.
Luego, los delincuentes empezaron a esculcar cuarto por cuarto empacando objetos de valor como joyas, relojes y otras pertenencias, además del dinero que portaban las seis víctimas en el momento. Por lo que según las autoridades el hurto se puede cifrar alrededor de los 10 millones de pesos.
Por fortuna, el profesor Maturana, su familia y amigos salieron ilesos del atraco, sin embargo el miedo y el impacto por el mismo los sigue afectando ya que nunca antes habían tenido que pasar por algo similar, «nos metieron en una habitación y nos dijeron que no podíamos salir. Prendieron el televisor duro para que no escucháramos nada de lo que hacían. Nadie salió porque de pronto nos metían un tiro», indicó el entrenador.
Cabe señalar que en las primeras horas de la mañana del domingo, uniformados de la Policía se dirigieron al lugar de los hechos para recoger las respectivas denuncias, “yo tengo esta finca desde el 89 y nunca había pasado nada. Yo vengo ocasionalmente. Es muy raro, nosotros no decimos cuándo venimos”, aseguró el ex director técnico de la Selección Colombia.
Finalmente, y mientras las autoridades realizan la respectiva investigación, el profesor ‘Pacho’ Maturana agradeció que no hayan resultado heridos en medio del acto delincuencial, no obstante, lamentó que el sector el cual se ha caracterizado por ser tranquilo, sea convertido en uno inseguro, “es una tristeza, acá no se le hace mal a nadie. Este es un espacio de tranquilidad que convierten en un espacio de miedo. A veces venimos con mi nieto, jugamos con él. No me imagino un escenario donde eso hubiera pasado con el niño acá”.