La deportista atlanticense, Sol Angie Ruiz Peñalosa, informó a Coldeportes un presunto escándalo de acoso sexual por parte de un técnico y el presidente de la Liga de Lucha del Atlántico.
Al director de Indeportes, Enrique Vengoechea, solo le bastó escuchar a la luchadora decir, “los problemas de acoso sexual han ocurrido siempre en la Liga de Lucha del Atlántico”, para denunciar el pasado 24 de mayo el presunto caso de abuso sexual en el interior de la liga.
Ruiz Peñalosa, quien actualmente es la principal referente de la lucha del departamento atlanticense, aseguró que sus entrenamientos se convirtieron en un martirio debido al acoso que sentía por parte de Gilberto Berrío, entrenador de la Liga de Lucha e hijo del presidente de la misma, Ernesto Berrío.
“Gilberto nos decía cosas en tono morboso, por ejemplo: ‘Solangie, te están saliendo piernas’, o lanzaba miradas que no eran normales en un entrenador, y así era con todas las niñas, las nuevas o mayores, incluso me propuso que tuviéramos relaciones sexuales”, dijo la luchadora en entrevista con “El Heraldo”.
La deportista miembro del Team Barranquilla y apoyada de Indeportes, agregó que, no se trata de un complot en contra de los Berríos, tanto ella como las otras cinco compañeras han actuado por iniciativa propia, se trata de una denuncia colectiva, y que además el papel de Álvaro Torres y Eddie Cabrera ha sido solo de direccionar la queja.
“No soy la única que denunció, éramos seis y ahora se nos unieron 15 luchadores más que se atrevieron a hablar. No hubo violación, pero sí acoso, desde que Gilberto está en la Liga, más o menos desde 2013, ha habido casos de acoso sexual hacia las mujeres, lo que pasa es que nadie se había decidido a denunciar, porque nos amedrentaba, como lo hizo ahora que lo denunciamos, decía que nos contrademandaría para asustarnos”, manifestó Solangie.
Según la atlanticense, el instructor Berrío, “acostumbraba a dialogar con grupos de niñas en su oficina y les preguntaba cosas íntimas para después tocarles esos temas en las prácticas, cosas que no se deben hablar con un entrenador”.
En su relato, también argumentó que ese acoso se agrandó al momento de ennoviarse con otro luchador, “por tener pareja se metía conmigo, me insinuaba cosas, pero no le prestaba atención. Me decía cosas en público que no me gustaban y el día que le reclamaba, me amenazaba con hacerme perder los apoyos económicos”.
Desesperada por la situación, también añadió que se la ha pasado llorando porque practicar esta disciplina era su escape a los problemas que tenía en la casa y con los compromisos universitarios, sin embargo, ahora también tiene problemas en la Liga, “estoy en un punto en el que me la he pasado llorando sola, porque además tengo problemas en mi casa, como cualquier joven, están las tareas de la universidad, la lucha era mi escape, pero acá también tengo problemas”.
Indeportes aseguró notificar lo ocurrido a la Fiscalía y al ICBF, donde aparece una niña de 16 años que por aspectos legales no es revelada su identidad.
“En el último viaje de preparación, en Venezuela, salimos del país las selecciones femeninas y masculinas. Las mujeres nos quedamos en el mismo hotel en el que se quedaron Gilberto y Ernesto, pero a mí y otra compañera nos alojaron en un segundo piso, no así con otras dos niñas”, contó la deportista menor de edad, quien además sostuvo que, “cada que requeríamos a Ernesto y Gilberto, estaban encerrados cada uno con una niña en habitaciones diferentes. Incluso tardaban para abrir. Y cuando íbamos a los cuartos de ellas, siempre estaban vacíos. Ellos son pareja de esas niñas, es un secreto a voces”.
El ente gubernamental que regula el deporte en Colombia, está al tanto del escándalo de la Liga de Lucha, y durante la semana pasada una comisión del Área de Vigilancia, Control e Inspección recopiló la información necesaria para emitir un pronunciamiento en los próximos días.