Este jueves el gerente la Empresa Pública de Medellín (EPM), Jorge Londoño de la Cuesta, manifestó que no tienen control de la situación que se está viviendo actualmente en el proyecto Hidroituango y por tal motivo, mantienen encendida las alertas.
Londoño detalló que tras la emergencia que ocurrió en horas del mediodía de este miércoles 16 de mayo, cuando se obstruyó una de las salidas de descargue por donde estaba bajando el caudal del río Cauca, el agua continuó saliendo por casa de máquinas pero, a la medianoche, de nuevo detectaron fluidos por fuera de esta sala.
«Esa agua podría desestabilizar la infraestructura de la presa. (…) Hacia la medianoche volvió a aparecer (el flujo) con menos caudal, pero permanente», afirmó.
Esta emergencia mantiene en zozobra a miles de habitantes y campesinos de la región quienes han sido evacuados por la creciente del río Cauca. De igual forma, ante cualquier riesgo, el sistema de prevención de desastres, declaró la máxima alerta en los municipios Tarazá, Cáceres y Nechí, ubicados «aguas abajo» de la represa Hidroituango.
«La fuerte temporada de lluvias también ha aumentado el riesgo de un desastre mayor», indicó el gerente de EPM.
Asimismo, señaló que la tragedia puede ser de grandes proporciones si no la manejan oportunamente, y aprovechó para solicitar el apoyo del Gobierno Nacional, e incluso consideró la necesidad de recibir ayuda de otros estados para mitigar la crisis en la represa.
Por otra parte, informó que el cronograma de trabajo está retrasado hasta que puedan controlar la salida de agua por otros sitios distintos a la casa de máquinas. Por ello, EPM informó que las obras no podrían terminar el domingo 20 de mayo como estaba previsto.