La guerra sucia en la política se ha vuelto el lugar común en Córdoba. En vez de hacer propuestas serias para que los electores voten por el mejor, se han dedicado a hacer pasquines y a inventar calumnias para perjudicar a los candidatos que tienen ventajas con los electores.
Ese fue el caso que le sucedió al joven candidato a la Cámara por el partido Liberal, Andrés Calle, a quien le inventaron que había renunciado de su aspiración.
En diferentes regiones de Córdoba empezó a circular un comunicado, dos días antes de las elecciones, en el que Calle estaba renunciando a la Cámara. El comunicado parecía real porque estaba en papel membreteado del partido Liberal, pero resultó ser una falsedad.
Calle dijo algunos inescrupulosos acostumbrados a las malas prácticas políticas se habían inventado su renuncia, pero que allí seguía firme, con el fin de devolverle la fe y la ilusión a los jóvenes y para renovar la política del departamento.
Dijo que sus seguidores saben que sería incapaz de renunciar porque ha trabajado firmemente por reinvidicar lo moral y porque se ha convertido en una apuesta política novedosa y que realmente le apuesta al bien común.
Los amigos políticos del candidato, con el número 105 en el tarjetón Liberal, señalaron en que ese falso comunicado puede venir de la misma colectividad roja, como un mecanismo para diezmar su campaña e invitaron a hacer política con ideas y no con calumnias o malas prácticas.