La defensa del estadio Jesús Posso en San Antero ha tomado fuerza, convirtiéndose en una causa ciudadana con amplio respaldo. La acción popular presentada por el abogado y líder social Roberth José Angulo Santos busca frenar la demolición del único escenario de béisbol menor del municipio, una decisión impulsada por la administración del alcalde Dennys Chica. La medida ha generado rechazo entre la comunidad, que considera que el estadio es un espacio vital para el deporte y la historia local.
El Juzgado Décimo Administrativo del Circuito de Montería admitió la acción judicial, la cual busca proteger derechos colectivos como el patrimonio público, el goce del espacio público y la participación ciudadana. En el expediente se incluyeron dos conceptos técnicos de ingenieros estructurales que concluyen que el estadio se encuentra en buen estado y que, aunque requiere mantenimiento, no presenta condiciones de ruina. Esto contradice los argumentos de la alcaldía, que habría alegado ante el Ministerio del Deporte que la estructura estaba colapsada.
El respaldo a la acción popular ha sido contundente. Entre los coadyuvantes reconocidos por el juzgado se encuentran el veedor ciudadano Salvador Bertel López, el concejal Julio Díaz Miranda, la Personería Municipal de San Antero y el líder comunitario Albert Burgos, quien inicialmente apoyó políticamente al alcalde pero decidió apartarse de su decisión de demoler el estadio. Además, el concejo municipal no ha aprobado ningún cambio en la destinación del bien público, lo que podría evidenciar irregularidades en el proceso.
“El juez tiene ahora todos los elementos de juicio para frenar este atropello. Dejar que se demuela el estadio sería abrir la puerta a un detrimento patrimonial para el municipio y a una grave afectación a los derechos colectivos”, afirmó Roberth Angulo, quien insiste en que esta no es una disputa política, sino una defensa del patrimonio de los sananteranos. La acción popular busca que el juez ordene suspender toda actuación orientada a la demolición y exija al municipio buscar otro predio para la construcción de la proyectada pista atlética, sin sacrificar el estadio.
San Antero enfrenta una encrucijada histórica: preservar con dignidad su único estadio de béisbol menor o permitir que la administración municipal lo convierta en escombros. En los próximos días, el Juzgado Décimo Administrativo deberá pronunciarse sobre las medidas cautelares que podrían definir el futuro del emblemático escenario deportivo.