No lleva capa, pero cada día sale como un verdadero héroe. Así empieza la carta que un joven monteriano escribió con amor y admiración a su padre, operario de la empresa Urbaser, encargada de la limpieza y recolección de residuos en la capital cordobesa.
A través de sus palabras, el niño expone con ternura lo que muchos sienten y pocos dicen: la profunda gratitud hacia esos padres que madrugan cuando la ciudad aún duerme, que enfrentan el cansancio y el calor para mantener las calles limpias y seguras para todos. “Mi papá, con su uniforme de trabajo y su corazón gigante, me ha enseñado que la grandeza no está en lo que se tiene, sino en cómo se lucha”, escribe con el corazón en la mano.
El mensaje se ha viralizado en redes sociales por su tono auténtico, su sensibilidad y su capacidad de poner en palabras el orgullo silencioso que muchas familias sienten por quienes realizan trabajos esenciales, muchas veces ignorados.
Urbaser Montería, como empresa, ha sido testigo del compromiso de cientos de trabajadores que, como el padre del autor de esta carta, no solo mantienen limpia la ciudad, sino que encarnan valores como el esfuerzo, la humildad y el amor.
“Gracias, papá, por enseñarme con tu ejemplo que el trabajo honrado es motivo de orgullo”, continúa el texto. La carta ha abierto una conversación necesaria sobre la dignificación de los oficios que sostienen nuestra cotidianidad y la importancia de enseñar a las nuevas generaciones a reconocer y valorar el esfuerzo detrás de cada servicio público.