El hambre de techo y la sed de justicia llevaron, una vez más, a decenas de familias de San Antero a tomarse el predio de 6 hectáreas en manos de la SAE. Tras más de 20 años de hacinamiento y promesas incumplidas, de los mandatarios, la comunidad volvió a estallar.
Hace unos días que muchos habitantes de San Antero ocuparon el predio en mención, el alcalde Dennis Chica prometió sentarse a dialogar con los ocupantes y buscarles soluciones. Pero al llegar el martes, les repitió la misma película de siempre: “no hay plata”. La gente, cansada del mismo discurso, le respondió con bloqueos en la vía San Antero-Coveñas y con una nueva ocupación del inmueble.
Aquí no hay invasores, hay ciudadanos desesperados. Padres y madres que ya no aguantan vivir arrimados, esperando una solución que nunca llega. La vivienda digna no es un lujo, es un derecho. Y el pueblo está decidido a no seguir durmiendo en el abandono. Manifestó uno de los ocupantes.
“Si no hay solución, de aquí no saldremos”, expresó uno de los ocupantes.
San Antero enfrenta un grave déficit habitacional, mientras el alcalde despilfarra las regalías en gastos innecesarios. La realidad es cruda: el pueblo no tiene techo donde vivir, y la paciencia se agotó