Los habitantes del corregimiento de Sabananueva, en el municipio de San Pelayo, Córdoba, viven con el corazón en vilo. La creciente del río Sinú ha puesto en jaque la tranquilidad de esta comunidad ribereña, que observa con preocupación cómo el agua se acerca peligrosamente a sus viviendas y cultivos. La falta de una infraestructura adecuada para contener el cauce del río ha convertido cada temporada de lluvias en una amenaza latente.
La ribera del Sinú en esta zona carece de una albarrada o muro de contención que mitigue el riesgo de desbordamiento. Esta omisión estructural deja a Sabananueva completamente expuesta ante la fuerza del río, que erosiona el terreno y pone en peligro la vida y el sustento de cientos de familias. La comunidad ha improvisado barreras con costales y tierra, pero estas soluciones temporales no son suficientes frente a la magnitud del problema.
Ante esta situación crítica, los habitantes hacen un llamado urgente a las autoridades competentes: la Alcaldía de San Pelayo, la Gobernación de Córdoba, la CVS y la Comisaría del Pueblo. La comunidad exige una respuesta inmediata y efectiva que priorice la construcción de una albarrada sólida y otras medidas de mitigación que garanticen su seguridad y bienestar.
Sabananueva no puede seguir esperando. La naturaleza no da tregua, y cada día que pasa sin acción institucional es un día más de angustia para quienes viven a orillas del Sinú. La prevención es la única vía para evitar una tragedia anunciada.