El lamentable crimen contra Yaquelin Zabaleta y su hijo Andrés Zabaleta, que conmocionó a Córdoba, aun es materia de investigación por parte de las autoridades.
Los cuerpos sin vida fueron hallados el pasado viernes 11 de abril, envueltos en plástico, en la vía que conecta La Apartada con Ayapel. Desde entonces, se dio a conocer que Yaquelin trabajaba como cocinera en una finca que era propiedad de José Miguel Demoya Hernández, alias «Chirimoya», quien fue abatido el pasado 5 de abril.
Esta relación con el neutralizado cabecilla del clan del golfo indicaría que este lamentable hecho se trataría de un ajuste de cuentas por parte del grupo armado.
Sin embargo, las autoridades aún no han confirmado ninguna hipótesis. Mientras tanto, la comunidad cordobesa exige respuestas claras y justicia por este hecho que ha teñido de luto a la región.