Durante la inauguración del Encuentro Nacional de Responsables de Cultura, el gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta Bechara, lanzó una contundente solicitud ante la ministra Yannai Kadamani: declarar la Feria Nacional de la Ganadería como Patrimonio Cultural de la Nación. En medio de más de 120 delegaciones reunidas en Montería, el mandatario aseguró que esta celebración “representa nuestras raíces, la identidad ganadera y la tradición de nuestro departamento”, y enfatizó que su reconocimiento nacional impulsaría aún más el progreso y desarrollo territorial.
Zuleta Bechara no se detuvo ahí. Propuso la creación de un evento rotativo a nivel nacional inspirado en los Premios Bonche de Oro, con el propósito de visibilizar el talento artístico de cada región y fortalecer la diversidad cultural. Además, sugirió implementar un calendario nacional de festividades para dinamizar el intercambio de saberes, impulsar el sector artesanal y promover las expresiones locales de cada rincón del país.
Otro punto clave fue la reivindicación del trabajo de artistas y gestores culturales. El gobernador solicitó que se garantice el pago justo a los docentes de arte, se fomente la cofinanciación de las Escuelas de Bellas Artes y se implemente un programa nacional de vivienda para quienes han dedicado su vida a cultivar el arte y la cultura. Asimismo, pidió apoyo para completar la segunda fase del proyecto Pueblito Cordobés, que contempla la construcción de un museo histórico y una Casa de las Artesanías enfocada en las comunidades Zenú y Embera.
Córdoba se posiciona como epicentro cultural con iniciativas que buscan revalorizar la identidad nacional. El Encuentro, que se celebra del 8 al 11 de julio en Montería, ha sido el escenario para paneles, muestras artísticas y la lectura colectiva del Manifiesto por la Justicia Cultural, marcando un paso firme hacia una gobernanza cultural más inclusiva y transformadora. La petición de Zuleta sobre la Feria de la Ganadería no solo enciende una llama de esperanza, sino que también invita al país a mirar sus raíces con orgullo.