El caso del menor de 15 años señalado de disparar contra el senador Miguel Uribe Turbay podría dar un giro inesperado. Aunque las cámaras captaron el momento exacto del ataque, la forma en que se manipuló el arma con la que habría disparado está generando dudas sobre la validez de la prueba clave. Un uniformado, al parecer, no siguió los protocolos forenses al momento de la captura.
Según el periodista Daniel Coronell, el arma fue tocada sin guantes, el proveedor fue retirado y la bala se manipuló sin las medidas necesarias. Esto podría afectar la cadena de custodia, haciendo más difícil comprobar que esa fue la pistola usada en el atentado. La situación no solo complica el proceso judicial, sino que deja mal parada a la institución encargada de preservar las pruebas.
Mientras el país sigue impactado por el uso de un menor en un ataque político, este posible error suma tensión al caso. La Fiscalía y la Policía tendrán que explicar cómo garantizarán que la investigación no se caiga por fallas que se pudieron evitar.