Una jornada de entrenamiento del Curso de Lanceros 513 terminó en tragedia, cuando tres subtenientes del Ejército Nacional desaparecieron en el río Magdalena, a la altura de la Isla del Sol, jurisdicción de Girardot, Cundinamarca. Los oficiales realizaban una maniobra de infiltración fluvial a bordo de una balsa improvisada cuando fueron arrastrados por la corriente hacia un planchón tipo ferry. El impacto habría provocado que los tres militares quedaran atrapados bajo la estructura, sin que hasta el momento se tenga certeza de su condición.
Los desaparecidos fueron identificados como el subteniente Jhonatan Esteban Cortés Salamanca, de cuarto año de formación; el subteniente Nicolás Chaparro Guillén, de tercer año; y el subteniente Elián Sebastián Beltrán Vanegas, quien había ascendido de manera extraordinaria el pasado primero de junio. Todos ellos participaban del exigente curso de operaciones especiales, considerado uno de los más rigurosos del Ejército colombiano. Nueve compañeros lograron salir con vida y se encuentran bajo observación médica.
Tras el accidente, el Ejército activó una sala de crisis y solicitó apoyo inmediato a la Armada Nacional, que desplegó buzos especializados en búsqueda y rescate. También se sumaron aeronaves de reconocimiento aéreo y patrullajes fluviales, mientras se alertó a emisoras locales y comunidades ribereñas para colaborar con cualquier información relevante. La operación se ha intensificado con tecnología de sonar para inspeccionar la zona debajo del ferry, que pertenece a una empresa minera y lleva más de un año en el lugar.
Este trágico episodio ha generado conmoción en el país y pone en evidencia los riesgos reales que enfrentan los aspirantes a cursos de élite como el de Lanceros. Mientras las labores de búsqueda continúan, las familias de los subtenientes esperan respuestas y claman por un desenlace esperanzador. El Ejército ha reiterado su compromiso de desplegar todos los recursos necesarios para esclarecer lo ocurrido y encontrar a sus hombres.