La masacre ocurrida el pasado 29 de diciembre en Aguachica, Cesar, sigue generando conmoción en la comunidad. En el ataque, perpetrado mientras compartían en un restaurante, perdieron la vida el pastor Marlon Lora, su esposa Yurlay y sus hijos Ángela Natalia y Santiago. Hoy, la familia es recordada con profundo cariño por quienes los conocieron, destacando su legado de humildad y fe.
Tras las investigaciones, el pastor Rafael Robles, compañero de Lora, mostró imágenes de la sencilla vivienda donde residía la familia, desmintiendo cualquier rumor que los vinculara con actividades ilícitas. Estas pruebas han sido acogidas por la comunidad como un reflejo de la vida austera y honesta que llevaban.
La tragedia no solo dejó un vacío en la iglesia y en el municipio, sino que también resaltó la importancia de honrar la memoria de quienes vivieron con integridad. La comunidad continúa exigiendo justicia para esta familia que, con su humildad, dejó una huella imborrable en Aguachica.