La vía Quibdó-Pereira volvió a ser escenario de terror este 3 de septiembre, cuando cuatro hombres armados y vestidos de civil interceptaron vehículos de transporte a la altura de Las Peñas del Olvido, en el municipio de Tadó. Los conductores fueron obligados a descender antes de que los camiones fueran incinerados. En el lugar se halló indumentaria asociada al ELN, lo que refuerza la autoría del grupo guerrillero en este nuevo acto violento.
Este ataque se suma a una escalada de agresiones que el ELN ha venido ejecutando en el Chocó durante 2025. Meses atrás, el grupo armado envió una carta amenazante a los transportadores del D1, advirtiendo que serían blanco de represalias si no acataban sus restricciones de movilidad. En febrero, tres camiones fueron quemados en la vía Quibdó-Medellín, y en julio se declaró un paro armado de 48 horas que paralizó el comercio y el tránsito en la región.
La gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, denunció el hecho y exigió al Gobierno Nacional reforzar el pie de fuerza en la zona. El Ejército ya hace presencia en el punto para asegurar el corredor vial, pero los transportadores advierten que el miedo persiste y que la economía local está al borde del colapso. “No hay garantías para trabajar, ni para vivir”, afirman.
Mientras el Gobierno insiste en retomar los diálogos de paz, las comunidades del Chocó siguen atrapadas entre comunicados oficiales y ataques reales. ¿Hasta cuándo se hablará de tregua mientras los camiones arden y las amenazas se cumplen?.